El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, defendió hoy el derecho del gobierno y el pueblo dominicano a deportar a indocumentados, y pidió a los jesuitas que pensaran más en los intereses y el desarrollo nacional.
Asimismo, deploró las declaraciones del obispo de Santiago Héctor Rafael Rodríguez, donde pide que se paren las deportaciones y da como excusa la mentira de que se están violando los derechos humanos de los haitianos.
Tanto los jesuitas como monseñor Rodríguez deben enmendar sus pronunciamientos y comprender que viven en la República Dominicana y no estar haciendo presiones que atentan contra la paz, la tranquilidad y el respeto mutuo.
Deploró que la Compañía de Jesús, los Jesuitas, planteen de manera antidominicana y perjudicial al país la regulación de indocumentados y que se suspenden las deportaciones.
No es la primera vez que los jesuitas salen con posiciones antidominicanas, y se recuerda la ocasión en que eran renuentes, en los pueblos fronterizos, a oficiar misa en español y preferían el "Creole" y el "Patuá".
En esa ocasión, siendo director general de Desarrollo de la Comunidad llegamos a acuerdos con las fuerzas armadas, para que los capellanes militares oficiaran la misa en iglesias que fueron reconstruidas por nosotros.
Los moradores de la frontera se quejaban continuamente por las acciones de los jesuitas, que amparados en la pastoral haitiana llegaban sus curas. a reconocer haitianos indocumentados, en violación de las leyes dominicanas.
La política de regulación no es otra que la pedida por el sector empresarial de aceptar haitianos indocumentados para que vayan a la industria de la construcción y la agroindustria, suspendiendo las deportaciones.
Los jesuitas deben saber que no. son los dueños del país, y que en base a un mandato constitucional el gobierno procede a deportar a los indocumentados, y no permitir las cuotas al sector empresarial.
Nadie, ni siquiera la Compañía de Jesús, está por encima de las leyes dominicanas, que hablan bien claro que son haitianos los hijos de indocumentados nacidos en el país.
Asimismo, deploró las declaraciones del obispo de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, donde pide que se paren las deportaciones y da como excusa que se están violando los derechos humanos de los haitianos.
No es verdad esa aseveración de monseñor Rodríguez, a los haitianos se les detiene respetando su integridad física, pero bajo ninguna circunstancia se van a quedar de forma irregular en el país.
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