El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo” dijo hoy que las parturientas haitianas no son maltratadas en el país, y señaló que se les prestan atenciones Gratis en las maternidades.
Indicó que inclusive todavía hay centros de asistencia donde el 40 o más por ciento son parturientas haitianas indocumentadas, por lo que es necesario imponer controles.
Indicó que esas damas llegan al país en la etapa final del embarazo, sin historial médico, sin dinero para pagar las atenciones y sin siquiera saber cómo se llaman.
Rechazó que se les de maltrato, inclusive hay una ordenanza de que se le facilite la asistencia médica necesaria y al ser dadas de alta se proceda a la repatriación.
Más solidaridad no se puede pedir a los dominicanos que en el caso de las parturientas, son tantas que se corre el peligro de no poder atenderlas y dar internamiento a las dominicanas.
Hizo un llamado a Francia, Canadá y los Estados Unidos para que construyan hospitales de maternidad en Haití, como forma de que las nativas encuentren la asistencia especializada.
Señaló que los funcionarios de Migración realizan el operativo de deportación siguiendo el protocolo de respetar la dignidad y los derechos humanos de los detenidos.
Agrega que en el caso de las parturientas se da prioridad de que sean atendidas por agentes femeninos, para mejor trato y privacidad. Rechazó de modo radical que se les esté maltratando e indicó que esa es una vil calumnia.
Resaltó que la solidaridad dominicana viene de lejos, de muchos años atrás, y los haitianos nunca lo han comprendido y respetado. Puso el ejemplo de una dominicana que amamantó a bebés haitianos, descuidando la atención de sus hijos.
Esa muestra de solidaridad de Sonia Marmolejos fue reconocida por las autoridades y el pueblo dominicano, pero los haitianos, en muestra de su poco agradecimiento, voltearon la cara.
Dijo que cuando ocurrió el terremoto del 10 de enero del 2010 la primera ayuda a Haití fue hecha por nosotros a nombre de la Dirección General de Desarrollo de la Comunidad, de la cual fungíamos de director en ese momento, y de la UDC.