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Los Océanos: Entre la Devastación y la Esperanza… ¿Quién Podrá Salvarnos?


Por: Dr. Amín Cruz  

“Lo que le hacemos a los océanos y a los bosques del mundo es un reflejo de lo que nos hacemos a nosotros mismos”, Mahatma Gandhi

Durante siglos, los océanos han sido fuente de vida, misterio y riqueza inigualables. Cubren más del 70% de la superficie terrestre, regulan el clima, generan aproximadamente la mitad del oxígeno que respiramos y albergan una biodiversidad fascinante. Sin embargo, hoy enfrentan una crisis sin precedentes: contaminación, cambio climático, sobreexplotación de recursos y, sobre todo, una preocupante indiferencia humana ha puesto en jaque su equilibrio natural.

Este artículo tiene como objetivo no solo analizar científicamente la situación de los océanos, sino también reflexionar críticamente sobre la responsabilidad humana en su deterioro y las contradicciones entre los discursos de conservación y las acciones reales, se dice mucho y se hace poco. La pregunta esencial es: ¿estamos verdaderamente comprometidos con su protección o simplemente maquillamos la crisis con políticas y acuerdos insuficientes?

Los océanos son los pulmones del planeta que están en una agonía; los océanos absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono que emitimos, actuando como un amortiguador crucial del cambio climático. Sin embargo, esta capacidad de absorción está llegando a su límite. Desde la Revolución Industrial, la acidificación de los océanos ha aumentado un 26%, afectando gravemente a los corales y a los organismos que dependen de estructuras calcáreas.

A pesar de las advertencias científicas que han sonado durante décadas, las respuestas de los gobiernos y organismos internacionales han sido, en su mayoría, insuficientes, poco rigurosas y negligentes.

Que triste que la Biodiversidad Marina sea un colapso silencioso en los océanos que albergan más de 200,000 especies identificadas —y millones aún desconocidas—. Sin embargo, la sobrepesca, la contaminación y la destrucción de hábitats han generado un colapso silencioso:

  • Más del 40% de las especies de anfibios han desaparecido.
  • Cerca del 33% de los corales de arrecifes están en peligro.
  • Más de un tercio de los mamíferos marinos enfrentan riesgo de extinción.
  • Se ha perdido al menos un 25% de los bosques de manglares originales.

La pérdida de estos ecosistemas no solo afecta la biodiversidad, sino también la seguridad alimentaria de millones de personas que dependen directamente de la pesca. Resulta paradójico que, mientras los gobiernos y organizaciones internacionales abogan por la conservación, continúan subsidiando prácticas pesqueras destructivas y fomentando la explotación indiscriminada de los recursos marinos.

La Contaminación Oceánica es parte de un reflejo de los gobiernos y nuestra indiferencia, cada año, millones de toneladas de plástico terminan en el océano, afectando a la vida marina y contaminando la cadena alimentaria. Se estima que, por cada kilómetro cuadrado de océano, existen alrededor de 13,000 fragmentos de desechos plásticos. Esta contaminación causa la muerte de 100,000 especies marinas anualmente.

Los microplásticos —resultado de la degradación de plásticos mayores— son ingeridos por peces y otros organismos marinos, afectando su salud y, eventualmente, la de los humanos que los consumen. Ante esta realidad, surge una pregunta incómoda: ¿por qué seguimos produciendo plásticos de un solo uso si sabemos el daño que ocasionan? La respuesta es contundente: la economía global prioriza la rentabilidad y el consumo desmedido sobre la sostenibilidad. Las grandes corporaciones continúan fabricando productos contaminantes porque es más rentable que invertir en alternativas ecológicas.

El cambio Climático y la crisis Oceánica es un problema de ´poder, de los gobiernos del mundo, el cambio climático está transformando los océanos de múltiples maneras:

  • Aumento de la temperatura del agua: Provoca el blanqueamiento de los corales y altera la distribución de especies marinas.
  • Elevación del nivel del mar: Amenaza comunidades costeras y ecosistemas como manglares y marismas.
  • Eventos climáticos extremos: Huracanes y tormentas más intensas afectan la vida marina y humana.

Aunque los científicos han alertado sobre estos efectos durante años, los gobiernos han sido lentos en tomar medidas. La razón es evidente: las industrias más contaminantes, como la petrolera y la pesquera, tienen un poder económico y político inmenso.

Así, la crisis oceánica se convierte en un problema de justicia ambiental. Las comunidades costeras —en especial en países en desarrollo— son las más afectadas, pero tienen poca voz en las decisiones globales. Mientras tanto, las naciones más ricas continúan explotando los recursos marinos sin asumir sus consecuencias.

¿Podemos salvar los Océanos? … ¡Si hubiera voluntad, si!!!

Sí, pero se requiere un compromiso real y profundo. Algunas estrategias clave como son:

✅ Reducción de la Contaminación Plástica:

  • Políticas efectivas para eliminar plásticos de un solo uso.
  • Promoción de materiales biodegradables y reciclaje.
  • Campañas de limpieza y conciencia ciudadana.

✅ Protección de la Biodiversidad Marina:

  • Establecer y ampliar áreas marinas protegidas.
  • Regular la pesca para evitar la sobreexplotación.
  • Restaurar hábitats esenciales como manglares y arrecifes de coral.

✅ Mitigación del Cambio Climático:

  • Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Impulso de energías renovables y tecnologías limpias.
  • Apoyo a investigaciones sobre la capacidad de absorción de carbono de los océanos.

✅ Educación y Participación Ciudadana:

  • Incluir la conservación marina en programas educativos.
  • Fomentar la participación de las comunidades costeras y locales.
  • Apoyar iniciativas científicas y tecnológicas que fortalezcan la resiliencia de los océanos.

¿Realmente queremos salvar los Océanos? … ¡No, los gobiernos y organismos competentes no le interesan!

La crisis oceánica es, en última instancia, un espejo de nuestra relación con el planeta. No es solo un tema de contaminación o biodiversidad: es un problema de fondo que cuestiona el modelo económico y político actual.

¿Estamos dispuestos a desafiar los intereses económicos que destruyen los océanos? ¿O seguiremos ignorando la crisis hasta que sea irreversible?

 El futuro de los océanos —y el de la humanidad— depende de nuestra respuesta. La verdadera pregunta no es si podemos salvarlos, sino si estamos dispuestos a hacerlo… La Prensa debe de hablar, si, es necesario definirnos y actuar, ¡de lo contrario somos cómplices de esta muerte anunciada!

“Nosotros somos el océano. Y cuando dañamos el océano, nos dañamos a nosotros mismos”, Jacques Cousteau

Dr. Amín Cruz
CEO, presidente y fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa; Padre Embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, periodista, historiador, escritor y educador.

Libre Press libropress@gmail.com

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