Home / Internacionales / El Perdón es la Puerta a la Sanidad del Alma

El Perdón es la Puerta a la Sanidad del Alma

El perdón nos ayuda a recordar que Dios está en control y que solo Él tiene la autoridad para darnos según lo que hayamos sembrado, pues solo quien perdona puede ser perdonado (Mateo 6:14-15).

El perdón no es solo un acto de obediencia, es una declaración profunda del amor y la gracia de Dios en nosotros. Cuando decidimos perdonar, nos alineamos con el corazón del Padre, quien extendió su misericordia hacia nosotros aun cuando no lo merecíamos.

El perdón abre paso a la sanidad del alma, al descanso del corazón y a la restauración de relaciones rotas. La Biblia nos enseña que el amor de Dios es incondicional. Romanos 5:8 (RVR1960) declara:

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Ese amor se manifestó de manera suprema en la cruz, cuando Jesús, en medio del dolor, oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Si Jesús pudo perdonar desde el sufrimiento, ¿cómo no perdonar nosotros desde la gracia que hemos recibido?

Perdonar no es justificar el daño recibido, sino liberar nuestro corazón del peso del resentimiento, es ofrecernos la misma libertad que por no sanar olvidamos valorar en favor de nosotros, pues como dice Mateo 6:14-15, quien no perdona a otros sus ofensas no podrá ser perdonado por nuestro Padre.

El perdón es parte esencial del ciclo de gracia que Dios nos ofrece.

Cuando decidimos perdonar, permitimos que el amor de Dios sane las heridas más profundas. La falta de perdón estanca nuestro crecimiento espiritual, pero el perdón libera, renueva y transforma. Como dice Colosenses 3:13 (NTV):

“Perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.”

Perdonar es reflejar a Dios. Es mostrar al mundo un amor que no guarda rencor, que todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta (1 Corintios 13:7).

Pasos para reflejar el Amor de Dios por medio del perdón:

–Reconoce la herida y su impacto en nuestras vidas: Aceptar el dolor no es debilidad, es el primer paso hacia la sanidad. Dios no sana lo que fingimos que no duele.

– Ora y entrégalo a Dios: Lleva tu dolor a los pies del Señor en oración. Clama por su ayuda para soltar lo que no puedes cargar sola pues a eso nos llamó Cristo (Mateo 11:28).

-Recuerda cuánto has sido perdonado: Reflexiona en la gracia que Dios ha tenido contigo. Recordar que Dios te perdonó, activa en tu corazón el deseo de perdonar a otros, pues estamos llamadas a imitar a Cristo (Colosenses 3:13).

-Decide perdonar, aunque no sientas hacerlo: El perdón es UNA DECISIÓN espiritual antes que una emoción. El sentimiento puede tardar, pero la obediencia es el camino que nos ayuda a lograr que nuestra decisión se materialice.

-Decláralo en fe: en voz alta exclama: “Decido perdonar a…”, y libéralo. La palabra hablada tiene poder cuando se alinea con el corazón de Dios (Hebreos 4:12).

-Bendice a quien te hirió: Mateo 5:44 nos insta a orar por quienes nos hieren. Bendecir a quienes nos han hecho daño, sana el alma y rompe la cadena del resentimiento: ¡el perdón libera más a quien lo da que a quien lo recibe!

-Rodéate de la Palabra y personas que edifiquen: La sanidad se fortalece en la presencia de Dios y en relaciones que te recuerdan tu identidad en Él, es por ello por lo que nuestra comunidad (y otras comunidades con enfoque Cristo céntrico) nos permiten explorar nuestras heridas y sanar.

-Repite si es necesario: A veces el perdón es un proceso. Si el dolor vuelve, vuelve a soltar, repite las oraciones tantas veces sean necesarias hasta que el amor de Dios te inunde pues la misma Biblia nos recuerda que si resistimos, todo lo que viene contrario a Dios, tendrá que huir (Santiago 4:7). Persevera en el amor y Dios obrará.

EL PERDÓN NO CAMBIA EL PASADO, PERO TRANSFORMA TU PRESENTE Y ABRE EL FUTURO.

Cuando perdonamos, damos testimonio del Cristo que vive en nosotros.  Juntas demos hoy ese paso para que sea el Señor acompañándonos en este proceso.  No porque lo que ocurrió haya sido justo, SINO PORQUE ÉL QUIERE DARTE LIBERTAD, PAZ Y PLENITUD. Recuerda que como dice la canción: “Dios ha sido bueno, realmente bueno”.

Perdonar es reflejar a Dios: ¡Es amar como Él ama!

Fuente: Julia Sánchez

Julia Adriana Sánchez Montero julia.sanchezmontero.25@gmail.com

Etiquetado:

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *